Por Dumitru Catalin Nucu
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23 de febrero de 2019
El hormigón impreso, tal y como indica su nombre, es una losa de hormigón estampado por unos moldes de neopreno de formas diversas imitando adoquines, piedra, baldosas, pizarras o maderas, entre otras cosas. Puede tener distintos colores e incluso sombras para realzar los relieves del molde. En este post te vamos a explicar cómo ejecutar correctamente el hormigón impreso. Este trabajo es artesanal y es de nivel experto, por lo tanto lo mejor es que lo haga alguien con conocimientos, pero con la información que te daremos a continuación podrás saber si lo que te están haciendo está bien o no.
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¿Cómo ejecutar correctamente el hormigón impreso?
Para ejecutar correctamente el hormigón impreso tienes que seguir estos pasos:
1. Primero haz un boceto de lo que quieres hacer, ya sea una terraza, un sendero o una cochera, por ejemplo, eligiendo el molde y color del acabado.
2. Limpia superficialmente la zona a ejecutar y replantea en el terreno el trazado elegido en el boceto por medio de un encofrado. Puede ser de tapajuntas de puertas o rodapiés de madera, que son flexibles para hacer curvas o estructuras bien rígidas.
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3. El espesor medio del hormigón impreso es de 10cm máximo para tránsito de peatones y hasta 15cm si es de tránsito mecánico. Teniendo en cuenta esta cota de espesor, la cota del terreno estará a -10cm si es para peatonal o -15cm si es para vehículos. El terreno debe estar pisado o compactado y, para ello, emplear un pisón o rodillo es suficiente. Es posible que en algunos casos retires tierra, para ello tendrás que cajearlo y cuando llegues a la cota compáctalo. Si por el contrario tienes que rellenar, te sugerimos que utilices planche, una mezcla de arena con canto rodado pequeño, porque así te será más fácil compactarlo.
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4. Una vez compactado coloca un plástico, mejor si es transparente. Su función es evitar que la transpiración del terreno pase al hormigón y así no esté siempre sudando sedimentos que blanquean el acabado superficial.
5. Prepara el hormigón. Para hacer el hormigón, si es por hormigonera debes añadir a la mezcla de planche y cemento la fibra de polipropileno, pues cada fabricante tiene sus dosis. También si son muchos metros puedes pedir el hormigón ya preparado de planta, el cual te lo traerán en un camión hormigonera.
6. Empieza a verter. Ponte unas buenas botas de agua y coloca el mallazo a media altura del espesor definitivo.
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7. Extiende, reglea y alisa la superficie de hormigón fresco con una llana de magnesio para abrir el poro del hormigón.
8. Espolvorea la capa de rodadura con pigmentos de alta calidad del color escogido hasta cubrir toda la superficie. Deja una o dos horas según la humedad y la temperatura ambiental a que los pigmentos se disuelvan y empapen la superficie.
9. Alisa con una llana hasta conseguir que el mortero se integre en el hormigón. Esta operación debe repetirse dos veces. Si deseas un acabado pulido, espolvorea y fratasa la superficie dejándola muy lisa, aunque este tipo de acabado no es aconsejable para el exterior.
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10. Para un acabado impreso, espolvorea o pulveriza con agentes desmoldables y estampa el hormigón con los moldes seleccionados, para lo cual el hormigón debe estar en estado plástico. Para estampar debes hacerlo con mimo y siempre ejerciendo la misma presión. Normalmente se pisa sin saltar, simplemente hay que pisar y ejercer un poco de presión. Hazlo por hiladas y en la misma dirección.
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11. Pasadas un mínimo de 72 horas, corta las juntas de dilatación por medio de una radial con disco de piedra y elimina el desmoldeante con una hidrolimpiadora. Aleja la punta de la lanza unos 20cm del hormigón.
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12. Seguidamente aplica la resina protectora o laca de acabado mediante pulverizado o rodillo. Esta aplicación se debe repetir una vez al año. No te olvides que el sol desgasta la resina protectora.